El calentamiento clobal: mitos y hechos
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MITO

Los datos científicos del calentamiento global son demasiado inciertos como para tomar acción.

HECHO

No hay desacuerdo entre los científicos acerca de los hechos principales del calentamiento global.

Las entidades científicas más respetadas han declarado inequívocamente que el calentamiento global está ocurriendo y es causado por el hombre al quemar combustibles fósiles (como carbón, petróleo y gas natural) y al talar los bosques. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, a la que la Casa Blanca ha llamado “el punto de referencia para la evaluación científica objetiva”, realizó una declaración conjunta con otras diez Academias Nacionales de Ciencias diciendo que “la comprensión científica del cambio climático es ahora lo suficientemente clara para justificar que las naciones tomen acciones prontas. Es vital que todas las naciones identifiquen los pasos beneficiosos y rentables que puedan tomar ahora para contribuir a la reducción sustancial y a largo plazo de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global”. (Declaración conjunta de las Academias de Ciencia: Global Response to Climate Change [PDF ], 2005 ).

El único debate en la comunidad científica sobre el calentamiento global es en qué medida y qué tan rápido aumentará el calentamiento como resultado de las emisiones que retienen el calor. Los científicos han advertido de manera clara acerca del calentamiento global, y tenemos hechos más que suficientes –con relación a las causas y soluciones– para implementar las medidas inmediatamente.

MITO

Aun si el calentamiento global fuera un problema, enfrentarlo afectará negativamente la industria de Estados Unidos y sus trabajadores.

HECHO

Un programa de intercambio bien diseñado aprovechará el ingenio de los Estados Unidos para reducir la polución de efecto invernadero de manera económicamente rentable, provocando el inicio de una nueva economía basada en bonos de carbono.

Las afirmaciones de que luchar contra el calentamiento global lesionará la economía y costará cientos de miles de dólares son infundadas. De hecho, las compañías que están reduciendo sus emisiones de efecto invernadero han descubierto que reducir la contaminación puede significar un ahorro de dinero. El costo de un programa nacional comprehensivo para la reducción de gases de efecto invernadero dependerá de las metas específicas que se deseen lograr para las emisiones, del plazo para las reducciones y de los medios para la implementación. Un estudio independiente de MIT encontró que un sistema de bonos de carbono modesto costaría menos de 20 dólares anuales por hogar y no tendría impacto negativo alguno sobre los niveles de empleo.

La experiencia muestra que implementar programas modestos de bonos de emisiones puede reducir los costos del cumplimiento de las cuotas significativamente, comparado con otros métodos reguladores. Por ejemplo, el programa de lluvia ácida de Estados Unidos redujo las emisiones de dióxido sulfúrico más del 30 por ciento con respecto a los niveles de 1990, y costó a la industria solo una fracción de lo inicialmente presupuestado por el gobierno, según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos). Además, una restricción obligatoria de las emisiones podría impulsar innovaciones tecnológicas que crearían empleos y abundancia. Dejar que el calentamiento global continúe hasta vernos forzados a enfrentarlo cuando sea una emergencia podría trastornar la economía y dañarla de manera severa. Es mucho más sabio y más rentable actuar ahora.